miércoles, 28 de febrero de 2007

La necesidad de la ceremonia

El blog viejo quedó borrado. ¿Por qué son tan difíciles los comienzos? ¿Por qué la necesidad de la ceremonia, el preámbulo, el discurso introductorio? Escribo. Desde mi café y mi exilio, con una Mac que apenas sé usar y que resulta tan pesada en los viajes largos del regreso, escribo. Sin cigarrillo: lo dejé hace dos años y ahora me marea hasta la náusea. Ha sido tonto tratar.

Hace ya varios días que estoy sola en la casa. Las ceremonias ya están cumplidas: he limpiado meticulosamente, he mantenido cierto grado de orden en mis cosas, me he pintado las uñas y cortado levemente el pelo. Me he escondido un poco de las noches de bar y las mismas personas en él: he descansado de la pequeña Babel frente a mí.

Ha llovido un poco más estos días, como que el cielo hiciera el favor de acompañarme. Se sabe, perros, peceras y jardines no son en realidad como música.

Hades regresa de su viaje a Micronesia mañana, o el sábado o el lunes. Ha pasado la semana confinado en un bote, sin Internet ni teléfono y antes de irse me dijo que iba a tratar de adelantar el regreso. Iré al aeropuerto a probar suerte. De cualquier manera ha sido bueno pasar unos días sola, ver buenas películas, leer, escribir. Volver a mi núcleo, por así decirlo.

Hace tres semanas empecé a hacer yoga, a caminar y hacer ejercicios con regularidad. Después de tres semanas se pude decir que he establecido una rutina. El hábito vendrá más tarde, supongo, después de superar el frenesí de la novedad. Así es conmigo. ≈